viernes, 24 de abril de 2015

DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO

DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO


El día 23 de Abril se celebra en Argentina y todo el mundo el "Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor". Pero... ¿Por qué se eligió esta fecha? La elección del día tiene una historia controversial, puesto que la fecha fue elegida por una coincidencia que, después, se comprobó que no era así. El día 23 de abril fue elegido como "Día Internacional del Libro", ya que coincide con el fallecimiento de Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega en la misma fecha en el año 1616. En esta fecha también fallecieron William Wordsworth (en 1850) y Josep Pla (en 1981).
Pero en realidad, la fecha está mal: Cervantes falleció el 22 y fue enterrado el 23, mientras que Shakespeare murió el 23 de abril del calendario juliano, que corresponde al 3 de mayo del calendario gregoriano.
Sea como fuese, la Unión Internacional de Editores propuso esta fecha a la Unesco, con el objetivo de fomentar la cultura y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. La Conferencia General de la Unesco aprobó la propuesta en París el 15 de noviembre de 1995, por lo que a partir de dicha fecha el 23 de abril es el "Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor".
Este año, la ciudad mundial del Libro es Incheón, la tercera ciudad más grande de Corea del Sur. 

jueves, 16 de abril de 2015

¿Cómo debe ser un director?

¿Cómo debe ser un director?

Adaptación y contextualización: Prof. Victor Hugo Salinas Fernández
director escuela
1. Crear una atmósfera que inspire la innovación
Robert Farrace dice que guiar la cultura del centro educativo es una de las funciones más importantes de un director. Por desgracia, también es una de las cosas más difíciles. Muchos directores están atrapados en la pregunta: “¿Cómo puedo hacer que la Unidad Educativa sea como yo me he propuesto el día de mañana?”. Pero, sin embargo, ¿cómo vamos a mover un conjunto colectivo de creencias y valores acumulados durante años y generaciones? ¿Qué pasos vamos a dar para permitir la innovación y el cambio? La ciudadanía responsable y el aprendizaje permanente deben estar entre nuestras prioridades a la hora de fomentar habilidades y competencias a desarrollar entre el alumnado y el profesorado, como explica Patrick Larkin: no podemos enseñar, precisamente, a ser ciudadanos responsables a los adolescentes sin prestar atención al buen uso de la tecnología y al concepto de ciudadanía digital, más aún hoy en día que todos los centros educativos cuentan de una u otra forma con equipos de computación y conectividad.
2. Fomentar la colaboración
La docencia ya no es una profesión aislada. Los docentes están constantemente trabajando colaborativa o cooperativamente (según el caso), a diferencia de lo que sucedía años atrás. Antes, la enseñanza era algo aislado. Podíamos cerrar la puerta del aula y hacer las cosas “a nuestra manera”; es más, si no hablábamos con otros profesores a lo largo de la jornada, casi era una ventaja. Parece que ahora el equipo directivo empieza a jugar un papel de liderazgo en la colaboración dentro de los centros educativos toda vez que la funcionalidad de las CP-TEs no tuvo la continuidad y el norte que se pretendía.
3. Estar abiertos a nuevas ideas
La tarea de dirigir una escuela es, hoy en día, demasiado colosal como para emprenderla sin la colaboración de todo el equipo docente y la comunidad educativa. Las buenas ideas pueden venir de cualquier parte, y hemos de estar atentos. Todo el personal del centro ha de estar involucrado y demostrar que valoramos sus aportes: ha de existir retroalimentación, innovación y visión de metas comunes. Las buenas ideas han de convertirse en burbujas que todo el centro apoye y haga crecer y ya no así conducir una institución bajo el solo criterio del director.
4. Se, tú mismo, un aprendiz conectado
Muchos directores temen parecer ignorantes al admitir que hay algo que no saben. Especialmente inspiradora de temor es la tecnología. Lo irónico de todo esto es que estas personas tienen un largo historial en el que han dirigido iniciativas de las que seguramente no tenían un asombroso dominio (por ejemplo, necesidades educativas especiales, alfabetización, inmersión lingüística, acogida, etc.)
Los equipos directivos no necesitan y, habitualmente, no tienen el conocimiento técnico específico de estos proyectos, pero no está mal admitir que no se sabe todo, sino comprometerse con las iniciativas positivas para el centro educativo en todo su conjunto y la puesta en común de los aprendizajes de unos y otros. Ese compromiso es a lo que nos referimos con “aprendiz conectado”: los equipos que están haciendo un buen trabajo en la dirección de la implementación de las nuevas tecnologías en las aulas se caracterizan, a menudo, por ese rasgo.

5. Localizar y proporcionar los recursos adecuados
¿Qué hacemos exactamente? Lo principal es que nos comprometemos a preparar a los estudiantes para el mundo en el que están entrando, que implica una mayor inmersión en las TIC y las redes. Esto implica entornos de aprendizaje 1:1, tecnologías de conexión, colaboración y una metodología adecuada, y no tanto ir a la idea de solo pedir una computadora para cada alumno. Tu misión es declarar los objetivos y señas de identidad de tu centro educativo y saber que estamos en el siglo XXI, con nuevas herramientas que requieren nuevos modelos (NUEVAS FORMAS DE CONSTRUIR CONOCIMIENTOS).
6. Correr riesgos
El esfuerzo por asumir riesgos controlados es una gran habilidad de los buenos equipos directivos. Está bien ir un paso más allá, buscar oportunidades y abrir nuestra mente. La pregunta es: “¿Qué podría salir mal? ¿Cuál es el peor de los riesgos que corremos? ¿Merece la pena?”. Tras valorar estas cuestiones hemos de tener la iniciativa que, como directores, se nos presupone. ¿Cómo podemos anticiparnos a los problemas generados por esta innovación? Estas cosas sólo son obstáculos, a los que podemos tomar ventaja y esquivar.
7. Un enfoque visionario
El trabajo que hacemos debe tener una visión de largo alcance: en nuestro escritorio se curzan demasiadas cosas todos los días. ¿Qué puede contribuir al aprendizaje y progreso generalizado de nuestro alumnado? Poca gente conoce mejor que tú tu centro educativo: las cosas en las que hemos de centrarnos en cada momento, los modelos y referentes a seguir, las metas que nos hemos fijado para el profesorado y para los alumnos.
Fuente: Escuela 20

miércoles, 15 de abril de 2015

Módulos de Lengua Originaria Guaraní 1 y 2


Las TIC y su utilización en la educación

10 magnificas aplicaciones para enseñar reciclaje

La conciencia mundial sobre la conservación del medio ambiente cada día es más fuerte, debemos comunicar como docentes la importancia de mantener una relación sana con la madre tierra, y las consecuencias de no proteger los recursos naturales, por esta razón les comparto estas aplicaciones que enseñan mediante la técnica del juego a reciclar.

Aprende un poco de ecología probando a reciclar muchos objetos de la vida diaria. El juego te enseña a reciclar desde lo más básico hasta algunos objetos que normalmente no sabemos dónde van. Es ideal para la gente que necesite una ayuda con el reciclaje.


Con Mr. Iglú en tu móvil querrás reciclar todavía más y más envases de vidrio, porque esta aplicación está pensada para que toda la familia pueda pasarlo bien mientras aprende la importancia del reciclado.
Gracias a la realidad aumentada, Mr. Iglú te dará las gracias cada vez que vayas a depositar los envases de vidrio vacíos


RecyclePedia es la nueva aplicación fácil de usar para ayudar a los australianos a reciclar sus residuos domésticos cada día. Se brinda a los residentes hasta al día la información sobre cómo reciclar fácilmente más de 170 artículos del hogar, de acuerdo con la configuración de bandejas de su concilio.


Pequetic es una aplicación para niños de educación infantil de 3 a 6 años. Con la técnica del juego esta aplicación pretende ser la primera de una serie de aplicaciones con las que los peques pasen un buen rato y al mismo tiempo aprendan cosas nuevas.



Go Go BIN es un juego de reciclaje educativo y promover el reciclaje a través de juego dinámico.
Muy entretenido para los niños, los niños y niñas.


Aprende a reciclar a la vez que te diviertes con este adictivo juego en el que además podrás conseguir que el equipo de tu ciudad logre estar en lo más alto de la clasificación.

Elige a tu equipo y estate atento a los tipos de bola que te aparecen para saber a qué contenedor deberás de chutar.


Fun Collection es un juego educativo que el jugador, así como entretener, educa y enseña a la gente cómo reciclar los residuos para ayudar al medio ambiente!

Diviértete ayudando a reciclar!



Te enseña respoonsabilidad de colar la basura en su lugar, los niños tendrán la oportunidad de divertirse no permitir la caída de residuos en el río. Cada nuevo nivel de residuos se reproducen por las personas que pasan por el puente. Buen juego que va más allá de entretener, enseñar de una manera lúdica la importancia del reciclaje.


Una excelente app para aprender  a reciclar mediante la técnica del  juego desde  los 3 años. 



Ecoembes brinda al usuario una guía con toda la información sobre cómo separar correctamente los envases. Incluye un buscador de envases y una descripción de los distintos contenedores, explicando qué residuos se pueden depositar en los mismos y cuáles no.



viernes, 10 de abril de 2015

“El modelo educativo es aún el del XIX porque el sistema lo quiere así, pero el docente debe intentar cambiarlo”

“El modelo educativo es aún el del XIX porque el sistema lo quiere así, pero el docente debe intentar cambiarlo”
El fracaso escolar, la falta de pensamiento crítico y la indisciplina afean el actual escenario educativo. ¿Por qué y cómo atajarlos? Ángel Pérez dio ayer las claves en Gasteiz.

Descripción: Ángel Pérez Gómez
Ángel Pérez Gómez
Doctor en pedagogía y catedrático de la universidad de málaga

VITORIA - Doce libros, más de cien artículos y quién sabe ya cuantas charlas evidencian el espíritu renovador del vallisoletano Ángel Pérez Gómez, profesor, doctor en Pedagogía y catedrático de Didáctica de la Universidad de Málaga. Un profesional dispuesto a plantar cara a la obsolescencia del sistema educativo, sometido a cambios que maquillan las formas pero no los fondos, para implantar procesos de aprendizaje que no queden en la mera reproducción de conocimientos. Va donde su movimiento revolucionario le arrastra, y ayer le tocó Vitoria gracias a la invitación de las XXII Jornadas Pedagógicas de la Federación de Ikastolas. Siempre recuerda que el éxito de esa misión dependerá de los propios docentes. Un mensaje espoleador para un gremio que se siente, porque lo está, infravalorado.
Los sistemas educativos han sufrido continuas reformas y todas insatisfacen. ¿En qué fallan?
- La mayoría de los cambios son cambios cosméticos, que modifican elementos superficiales pero que no entran en el eje central. Y el eje central son los procesos de enseñanza-aprendizaje: qué y cómo. Qué aprender y cómo aprender. Y si no se entra en modificar el qué y el cómo, no se modifican las prácticas, cuando el qué y el cómo son la clave. Porque el niño, en esta era digital, es capaz de aprender qué y aprender de una manera determinada fuera de la escuela, porque tiene múltiples estímulos y múltiples posibilidades. Entonces, ¿qué hacemos en la escuela?, ¿por qué no cambiamos? El niño tiene que aprender y el cómo tiene que aprender no tiene nada que ver con el siglo XVIII o XIX. Y, sin embargo, lo que nosotros enseñamos en la escuela hoy es lo mismo y de la misma manera que se estableció en los siglos XVIII y XIX.
¿Y por qué no se cambia el qué y el cómo, si ahí está la clave?
- Primero, porque todos los docentes hemos sido formados en esa tradición. No sabemos hacer otra cosa y reciclarnos para hacer otra cosa significa un esfuerzo profesional enorme. Segundo, por razones políticas. Todos los sistemas educativos que los políticos han diseñado son de esas épocas y ahora reciclarse y modificarlos exige una voluntad que no existe. Además, en muchos sistemas no interesa formar la capacidad de pensar, sino de reproducir. Y si hay un sistema económico y político que defiende modos irracionales de producir y de distribuir que genera grandes diferencias entre ricos y pobres, a ese sistema no le interesa que la gente tenga actitud crítica. Todas esas fuerzas van en contra de modificar sustancialmente los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Entonces, en ese contexto, ¿el docente tiene margen para cambiar algo? ¿Qué papel puede jugar?
- Es que no hay otra opción. Somos los docentes los que debemos asumir la responsabilidad del cambio, igual que los médicos tienen que asumir la responsabilidad de cambiar la medicina para garantizar la salud más óptima de la población. Nosotros tenemos que provocar el cambio del sistema educativo para favorecer el desarrollo autónomo del individuo. Y esa es nuestra responsabilidad. Y también una satisfacción profesional. ¿Que estamos condicionados por las políticas educativas? Sí. ¿Y hay grados de libertad para lograrlo, que hay que utilizar? Sí.
¿Algún ejemplo de esos cambios de los que está usted hablando?
- Hace dos días salió una noticia sobre los jesuitas en Catalunya, los cuales han iniciado ya una renovación fundamental y sustantiva de los sistemas educativos en sus escuelas, en quinto y en primero de Primaria. Han concebido una nueva forma de intervención pedagógica donde desaparecen los exámenes, los deberes, las asignaturas, las clases magistrales y los espacios cerrados. Empiezan a plantear lo que hemos hablado en las jornadas: el aprendizaje que merece la pena.
¿Pero las familias, la sociedad, están preparadas para semejante revolución pedagógica?
- Si lo hacemos en grupo y se lo explicamos bien a las familias, sí, porque los niños van a estar más satisfechos. Pero los niños se aburren hoy en día en el colegio. Y por eso se produce tanto fracaso escolar, de alrededor del 28%. Eso no se puede aceptar. Lo que han demostrado los jesuitas, porque ellos ya llevan un año con la experimentación, es que los niños que antes fracasaban ahora están implicados.
¿Con qué herramientas cuenta el docente para reciclarse y ayudar a modificar el sistema educativo?
-Agruparnos es fundamental, la cooperación. También la investigación pedagógica. Hoy en día, Internet está lleno de experimentaciones materiales. Ofrece cursos de Harvard, Cambridge, Stanford, abiertos y gratuitos, que muestran multitud de modelos que podemos utilizar.
¿Y hay ganas en general de reinventarse o prevalece el docente anquilosado en los viejos métodos ?
- El docente está muy decepcionado por todos los cambios aplicados sin sentido. Pero hay muchos que tienen ganas de hacer las cosas bien, porque es la manera de sentirse motivados, de ver que tiene sentido lo que hacen, que quieren sentirse satisfechos al ver que los alumnos transmiten también su satisfacción por lo que aprenden y cómo lo aprenden. Porque todo eso cambia el clima en la escuela y acaba con los problemas que existen en la actualidad de disciplina, de violencia...
Antes, los profesores pegaban a los alumnos. Ahora, los alumnos pegan a los profesores y sin reprimendas. ¿Por qué está pasando?
- Porque esta escuela que ellos viven no les atrae absolutamente nada, se aburren, pero tienen que estar obligatoriamente allí. Y sus conductas destructivas tienen eco. Pero si cambiamos el clima con ese cambio pedagógico desaparecerá la violencia porque las conductas destructivas se diluirán y ya no tendrán eco.
Desmotivación y aburrimiento en el alumno... ¿Y en el profesor?
- Claro. Por supuesto que sí.
¿El docente hoy en día se siente infravalorado o está infravalorado?
- Lo está. Está infravalorado por la sociedad española, que es muy hipócrita en ese sentido. Sobre todo, los dirigentes políticos. Se les llena la boca con que la educación es prioritaria, pero eso es mentira. Los recortes de los últimos años en educación no se han hecho en las Fuerzas Armadas, por ejemplo. Si realmente es lo prioritario, hay que invertir. Porque no es un costo. Es una inversión de futuro, para atender las necesidades imprevisibles que están por venir. Hay que preparar bien a los docentes, hay que pagar bien a los docentes, hay que dotarles de recursos positivos. Y luego exigirles. Y que los docentes se responsabilicen. En Finlandia, el docente tiene la misma consideración que un médico o un arquitecto. En España, no. Aquí, los padres con hijos con buenas notas les dicen que no elijan Magisterio, que no se conformen con eso, que haga Medicina... Pero si ser docente es de lo más importante. Porque educar no cura el cuerpo, pero prepara las almas humanas.
Y volvemos a aquello que decía al principio, que lo que parece es que no interesa que se alimente nuestro pensamiento crítico.

- Efectivamente.

jueves, 9 de abril de 2015

LAS 3 PRIMERAS PREGUNTAS QUE DEBEMOS HACERNOS PARA INNOVAR EN EDUCACIÓN


Hoy en día es más que necesario innovar en educación, merece la pena el cambio educativo por nuestros alumnos. Lancémonos a buscar nuevos horizontes educativos que estimulen el protagonismo del alumnado y su curiosidad innata por aprender.

Para iniciar cualquier innovación en educación debemos plantearnos tres preguntas: 1. ¿Qué es innovar? 2. ¿Qué es B en educación? y 3. ¿Qué hay en el mundo para conseguir B?

1. ¿ Qué es innovar?
Innovar no es cambiar algo para que todo siga igual, no son ligeros cambios cosméticos y simples adaptaciones a la modernidad. Innovar es simplemente pasar de A a B y generar un cambio real que afecte a todos los miembros de la comunidad educativa para bien.

2. ¿Qué es B en educación?
B en educación es situar al alumno como protagonista. Si queremos situar al alumno en el centro tenemos que conocer y tener muy presentes sus necesidades. Algunas de ellas pueden ser:

    - formatos multimedia y no solo de formatos impresos.
N - aprender juntos.
E - aprender jugando.
C - ser tenidos en cuenta.
E - encontrar sentido funcional a lo que hacen.
- vincularse de verdad. Con el colegio, con el docente, con sus compañeros...
 - investigar y crear usando herramientas de su tiempo.
D - estar en acción.
A - utilizar herramientas TIC y de ayuda para  seleccionar la información que existe en la red.
D - experimentar.
    - un papel más activo en su aprendizaje y en las clases.
D - poder seguir sus pasiones.
- usar la tecnología.
.   - ser autónomos y responsables.
  - dar rienda suelta a su creatividad.
.   - que se tengan en cuenta todas sus inteligencias.
    - aprender a autorregularse y a autoorganizarse.
    - aprender a disfrutar también de los "momentos analógicos" de la vida.

3. ¿Qué hay en el mundo para conseguir B?
Para saber que hay en el mundo para conseguir B y para seleccionarlo e implantarlo con criterio, tenemos que conocer nuestras necesidades como docentes. Estas serían algunas de ellas:

- saber que el mejor recurso de innovación es el docente.
- entender que aunque dejemos de ser los protagonistas, no por ello dejamos de ser significativos.
- comprender el cerebro de nuestros alumnos.
- formación y tiempo para pensar, discutir, crear, etc.
- que desaparezcan las contradicciones existentes en las leyes educativas.
I  - contextualizar los aprendizajes.
- de saber que la escuela no prepara para la vida, sino que la escuela es vida.
- entusiarmar a nuestros alumnos, de crear en ellos el deseo de aprender.
- que desaparezca el modelo Prusiano de todos los centros educativos en los que aún sigue vigente.
   - preparar a nuestros alumnos para que sean capaces de concebir e implementar nuevas ideas.
- concentrar más energías en el aprendizaje para que los alumnos aprendan como a ellos les resulte
E    más fácil.
... - alentar a nuestros alumnos para que tomen las riendas de su propio aprendizaje.

Y una vez vistas las necesidades de los alumnos y las nuestras, ya podemos empezar a utilizar lo qué hay en el mundo para conseguir B: metodologías activas, nuevas pedagogías, formación, currículo global e interdisciplinar, nuevo rol del docente, cambios en la manera de evaluar, mentalidad planetaria que dé amplias miras a nuestros alumnos, hackear el aula para convertirla en un espacio IAA (Investigación, Acción y Aprendizaje), cambiar la organización de los centros...

Solo se puede innovar en educación si creemos en nuestros alumnos. Si los queremos y los valoramos.